diumenge, 27 de març del 2011

Gestión corporativa responsable o buena gestión?

Si la gestión que implica el complejo equilibrio entre los recursos que necesitamos y las demandas de los diferentes stakeholders la podemos definir como buena gestión, cuál es la diferencia entre este tipo de gestión y la gestión corporativa responsable?

Existe una fiebre tal por la RSC que incluso se han generado rankings para posicionarse y diferenciarse de la competencia (Dow Jones Sustainability…). Y cómo reaccionan las empresas ante este nuevo contexto? En general las respuestas de las compañías ante las presiones de los diferentes grupos de interés generan más enfrentamientos que entendimiento y colaboración, y a menudo los resultados no pasan de mediocres. Este es precisamente uno de los argumentos utilizados por los críticos de la RSC, la gestión responsables no es más que una estratagema disfrazada de sofisticadas presentaciones para potenciar la imagen de quien no la merece.

 
Entre las objeciones más destacables a la RSC:
  • Las organizaciones no deberían dedicarse a tareas de bienestar social que deberían corresponder al estado del bienestar
  • Las organizaciones no deberían utilizar el dinero de los accionistas para fines no relacionados con la actividad fundamental de la organización
  • Las organizaciones y la sociedad a menudo consideran la gestión responsable como una actividad secundaria que únicamente aporta imagen
  • Las organizaciones a menudo consideran que la gestión responsable dificulta la aplicación de las reglas de juego del mercado
  • La gestión que distorsiona las reglas del juego: los directivos son responsables ante los propietarios de la organización que les ha contratado y, a parte de la capacidad que se les supone para gestionar la organización no tiene una capacidad especial para mejorar el bienestar de la sociedad. Cualquier actividad que les distraiga del objetivo fundamental es un impuesto sobre los accionistas y clientes y los hace más vulnerables ante organizaciones que no son tan generosas.

 
Argumentos a favor de la gestión corporativa responsable:
  • Obligación moral
    • Aunque muchas decisiones empresariales responsables plantean dilemas entre nuestra misión, nuestros valores y estratégicas. Los criterios morales son de difícil aplicación cuando se analizan las consecuencias para los diferentes "stakeholders".
  • Sostenibilidad
  • Contexto legal
  • Imagen.
    • El cada vez mayor poder de los consumidores puede afectar el comportamiento de las organizaciones al penalizar la arrogancia, hipocresía y codicia de las empresas.

 

Niveles de responsabilidad corporativa

La más antigua, la filantropía:
  • Crear fundaciones a través de las cuales se aporta a la sociedad infraestructuras sociales, instituciones educativas y patrimonios culturales. Hay casos como el de Bill Gates, pero el dilema surge porque los críticos más acérrimos consideran la filantropía como "caridad con el dinero de otros", una transacción de cuestionable moralidad.
El segundo paso es la gestión del riesgo
  • Es una variante de la gestión del riesgo, una estrategia defensiva para enfrentarse a las amenazas del entorno y a las posibles críticas a la gestión. También es consecuencia del proceso de globalización en el que están inmersas las grandes corporaciones, con la consiguiente ampliación de las cadenas de suministro a diferentes países de culturas, lenguas, estructuras sociales y entornos legales muy diferentes. Dentro del riesgo conviven tres variables relacionadas entres si:
    • El estado del riesgo: se refiere al nivel de incertidumbre sobre la posible reacción de los stakeholders ante una decisión de la empresa.
    • El impacto del riesgo: se relaciona con el nivel de comprensión de la relación causa-efecto
    • La respuesta de los directivos: se refiere a su habilidad para predecir el posible impacto y tomar las decisiones acertadas.
  • Existen situaciones de riesgo habituales que si se identifican claramente, se pueden eliminar transfiriéndolas a otras organizaciones. (por ejemplo, seguros) sin embargo, las situaciones de riesgo generadas por una gestión corporativa irresponsable son de difícil transferencia.
El tercer paso es la oportunidad de crear valor
  • Este nuevo estadio en el desarrollo de la gestión corporativa responsable de las organizaciones es el que nos plantea el reto de la creación de valor para la sociedad y la empresa.
  • Las organizaciones que incorporan la gestión corporativa responsable como un nuevo vector estratégico asumen el doble reto del impacto económico y social, mejorando las actividades de su cadena de valor para beneficiar a la sociedad y la empresa, e invirtiendo en aspectos sociales que fortalecen su posicionamiento estratégico en el contexto en el que compiten.

La buena gestión

  • La gestión eficiente se mide por la sostenibilidad, el crecimiento y la obtención duradera de beneficios
  • La bondad (humanidad) incluye una serie de comportamientos como la protección de los empleados respecto a los riesgos inherentes a su actividad, el respeto a sus derechos, la garantía de unas condiciones de trabajo decentes…
  • La limitación de las externalidades y las responsabilidades secundarias incorpora la lógica de los efectos negativos internos y externos de toda actividad económica. Implica la gestión de la salud, la seguridad, la limitación de los efectos nocivos postventa en el entorno (plástico, latas, neumáticos) y en la salud (obesidad, productos alimenticios, tabaco)
  • La sensibilidad social responde a la voluntad de adaptación a los cambios en el entorno político, económico, social y medioambiental. La capacidad de predecir y adaptarse a estos cambios presupone una cultura innovadora
  • La gestión ética internaliza el respeto de una serie de principios morales que, a menudo, van más allá de las normas legales. La ética presupone una cultura organizativa orientada a la excelencia.
  • La rendición de cuentas es un concepto íntimamente relacionado con la responsabilidad y la relación con sus stakeholders, con los que tiene una serie de obligaciones, entre ellas la de informar de todas las actividades, excepto aquellas que supongan dar información estratégicamente vital a sus competidores.
Cuando todos hayamos asumido la responsabilidad corporativa y la hayamos incorporado a cada uno de nuestros procesos, como hicimos en su día con la calidad, no hablaremos de gestión corporativa responsable ni de la fuente de ventajas que supone ser corporativamente responsables, sino que hablaremos de que la buena gestión es la principal fuente de ventajas competitivas.

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