dissabte, 3 de març del 2012

Ejecutivo al minuto: el primer secreto



El joven salió del despacho y, después de examinar la lista, decidió hablar en primer lugar con el señor Trenell. Cuando llegó a su oficina,se encontró con un hombre de mediana edad que lo recibió con una sonrisa:
- Bueno, me he enterado de que ha estado charlando con “el viejo”. Un gran tipo, ¿verdad?
- Así parece –respondió el joven.
- La verdad es que yo apenas le veo.
- ¿Quiere decir que nunca recibe ayuda de él?
- Muy pocas veces. Solo me dedica algún tiempo al inicio de alguna tarea o algún encargo. Es entonces cuando “el viejo” hace una Previsión de Objetivos de un Minuto.
- Él me desveló que era “un Ejecutivo al Minuto”, pero en ningún momento me habló de esas previsiones. ¿De qué se trata? –inquirió el joven.
- Es el primero de los tres secretos de lo que llamamos la Dirección al Minuto –contestó Trenell.
- ¿Tres secretos? –preguntó el intrigado joven, deseoso de saber más.
- Sí –dijo Trenell-. La Previsión de
Objetivos de un Minuto es el cimiento de la Dirección al Minuto. En casi todas las organizaciones se produce una disonancia entre lo que uno hace y lo que el patrón piensa que debería hacer. Pero aquí no ocurre nada de eso. El Ejecutivo al Minuto siempre aclara, y muy bien, cuáles son nuestras responsabilidades y todo aquello de lo que debemos dar cuenta.
- ¿Y cómo lo hace? –quiso saber el joven.
- De una manera muy eficaz –sonrió Trenell -. Cuando termina de explicarme qué necesidades son las hay que satisfacer, cada previsión de objetivos debe quedar plasmada en una sola hoja de papel. Para el Ejecutivo al Minuto, una previsión de  objetivos no debe superar las doscientas cincuenta palabras.
Insiste siempre en que tiene que poder leerse en un minuto como máximo. Él se guarda una copia y yo otra. Así podemos comprobar perió- dicamente cómo marcha la tarea. - Si a cada objetivo concreto le dedican una página, entonces
deben necesitarse muchas páginas para cada empleado, ¿no?
- No, lo cierto es que no se necesitan tantas. “El viejo” cree en la fórmula del 80/20 por objetivo. Es decir, el ochenta por ciento de los resultados verdaderamente importantes que una persona consigue proceden del otro veinte por ciento de sus previsiones de objetivos. Por consiguiente, solo hacemos una Previsión de Objetivos de un Minuto basándonos en ese veinte por ciento que son nuestras áreas clave de responsabilidad: en total, de tres a seis previsiones de objetivos.
- Muy interesante. Entonces, las Previsiones de Objetivos de un Minuto ¿solo señalan cuáles son las responsabilidades de cada colaborador? –preguntó el joven.
- No exactamente. Cuando sabemos cuál es nuestra tarea, el director ejecutivo siempre se asegura de que también conozcamos los medios más adecuados para llevarla a cabo. En otras palabras, las normas de comportamiento también quedan claras.
- Por lo tanto, ... –empezó a enumerar el joven reflexionando sobre lo que acababa de oír- :Una Previsión de Objetivos de un
Minuto consiste simplemente en:

Concretar los objetivos.
Anticipar los medios para la mejor puesta en práctica posible.
Plasmar cada uno de los objetivos en una sola hoja de papel sin sobrepasar el máximo de 250 palabras.
Leer y releer cada objetivo, lo que solo requerirá un minuto cada vez que se haga.
Durante el día, dedicar de vez en cuando un minuto a observar cómo marcha la tarea.
Cerciorarse de que la puesta en práctica de la tarea concuerda con su objetivo.

- Así es –exclamó Trenell-, veo que aprende usted con rapidez.
- Muchas gracias –musitó el joven mientras terminaba de anotar todo lo que había escuchado-. Una cosa más: si Previsión de Objetivos de un Minuto es el primer secreto para convertirse en un Ejecutivo al Minuto, ¿cuáles son los otros dos?
Trenell sonrió, miró su reloj y dijo:
- ¿Por qué no se lo pregunta a Levy? Tiene previsto verle esta mañana, ¿no?

Kenneth Blanchard y Spencer Johnson

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