dimarts, 31 de gener del 2012

Anti-humanismo laboral. Buenos dias pereza



No hace falta declararse marxista para afirmar que la eficiencia que pretendió encaramar la revolución industrial ha sido la más alta realización de la alienación y el anti-humanismo. La eficiencia ha sido y es una forma primal de negación, de negación de la sensibilidad por sobre todas las cosas. La prominencia de la eficiencia al nivel de un principio independiente puede tener dos efectos demencialmente peligrosos. Favorece el pensamiento cortoplacista de la ganancia inmediata, provocando insensibilidad e impidiendo tomar conciencia de los valores de la vida, que se sacrifican en un camino que justifica los medios por el fin que se persigue y decapita la creatividad y la posibilidad de que todos se transformen en una fuente de innovación.
Frente a semejante panorama que niega la condición humana de las personas y las rebaja al nivel de un recurso a ser explotado, la ineficiencia se convierte en la respuesta, casi legítima, de rebelión contra la tiranía corporativista de la eficiencia productivista: reducir la velocidad,trabajar lo indispensabledeslindar responsabilidadesfaltar al trabajoretardar reaccionescajonear documentosno devolver llamadas son los sediciosos medios de la sublevación contra la mecanicidad eficientista que busca explotar a la fuerza de trabajo sin prestar atención al desarrollo del potencial humano de todos.

 Corinne Maier (2004) (“Buenos días pereza Estrategias para sobrevivir en el trabajo”, cuyo subtítulo resumía: “Del arte y la necesidad de hacer lo menos posible en la empresa”).



Consejos para no ser devorado por su Empresa, según Corinne Maier:
  • Trabaje por lo que cobra a fin de mes y punto. La empresa no es el lugar para desarrollar su potencial.
  • No vale la pena querer cambiar el sistema. Oponerse a él es reforzarlo.
  • Esfuérzese lo menos posible. Sólo dedique algún tiempo a crear una “red de contactos” y a “venderse” para tener apoyos que eviten su despido.
  • Cuanto más use la jerga empresarial, más pronto creerán que está en la movida.
  • Nunca, bajo ningún concepto, acepte un cargo de responsabilidad.
  • En las empresas grandes, elija los puestos más inútiles. Paradójicamente es más difícil medir su verdadero efecto en la “creación de riqueza”.
  • Huya de todos los cambios. En el nivel de los ejecutivos sólo se despide a los más expuestos a la vista.
  • Aprenda a identificar a las personas que, como usted, han comprendido que el sistema es absurdo.
  • Procure tratar cordialmente a los trabajadores contratados temporalmente. Son los únicos que trabajan.
  • No olvide las técnicas de despiste más eficaces: llevarse papeles a casa u organizar muchas reuniones. Jamás vaya por el pasillo con un periódico debajo del brazo. Puede hacerlo con una pila de carpetas.
  • Finalmente, no desespere: el capitalismo tendrá su fín. Nada es eterno.

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