Todos sabemos que
el alimento sano nutre y sana el cuerpo. Pero lo que muchas persones no
comprenden aún es que los pensamientos sanos alimentan el alma y el corazón.
En realidad, los
pensamientos sanos, inspiradores y autoafirmadores contribuyen a sanarnos el
cuerpo y nos ayudan a conseguir nuestros objetivos en la vida.
Los pensamientos
de duda y de temor, sin embargo, nos bloquean la fe en nosotros mismos y se
interponen en nuestro camino hacia la consecuencia de nuestros deseos.
John F.Demartini
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