Parte I: conceptos básicos del marrón / cultura general del marrón
1. Definición de marrón2 Sujetos activos y pasivos del marrónPBC (DFB)3 Tipos de marrón4 Terminología de uso corriente
Marrón: m. fig. "Dícese de aquella tarea, cometido, encargo o situación que resulta desagradable, tediosa o incluso ingrata para el que la ha de desempeñar o soportar. Aplícase también este término a aquella ocupación que, aún no siendo ella misma molesta, si lo son sus condicionantes y situación, tales como tiempo para realizarse o tipo de persona que la solicita"
En resumen: Un marrón (brown) es todo aquel trabajo que nadie desea realizar.
Dependiendo de la situación desde la que se observe, el marrón puede tomar distintas connotaciones:
Desde el punto de vista del jefe:
Es aquella tarea de suma importancia para el desarrollo estratégico de la empresa que ha de ser realizada con el máximo esmero y en el menor plazo posible.
Desde el punto de vista del empleado:
Es el hartarse a currar, normalmente como consecuencia de la última idea genial del jefe, con un trabajo que no suele servir para nada, pero que debería estar listo ayer.
1.1 Agravantes que pueden darse en un marrón
- Urgencia
- Nocturnidad
- Alevosía
- Recochineo
- Inutilidad
En general, los marrones se reconocen inmediatamente, pero por si el lector es aún novato en estas lides y tiene dificultades en reconocerlos, se dan a continuación algunas pistas:
- Introducción: Por regla general, la introducción del marrón suele llevarse a cabo por medio de frases del estilo de: "Oye, tú no tienes nada urgente que hacer, ¿verdad?" o "Mira, ha surgido una cosa que hay que resolver esta misma tarde"
- Síntomas: Una vez que el marrón ha caído encima, se le puede reconocer por los siguientes síntomas:
- Nerviosismo y desasosiego
- Ojeras, dificultad para conciliar el sueño
- Mala leche, en función del tipo y plazos del marrón
- Incremento desusado en el número de visitas que tu jefe hace a tu puesto para ver "qué tal"
- Aumento alarmante en el consumo de café
- Salida de la oficina a horas intempestivas con la inquietante sensación de que uno va a casa de visita.
- Nerviosismo y desasosiego
- La prueba del nueve: Si, pese a las indicaciones anteriores, el lector aun no tiene claro sí lo que le ha caído encima es un marrón, puede llevar a cabo la llamada prueba del nueve del marrón: solicítese ayuda a un compañero referente al marrón objeto de sospechas. Si el compañero responde con alguna de las siguientes evasivas: "Es que yo no sé nada de eso", "Es que estoy muy ocupado" (cuando ostensiblemente se ve que no está haciendo nada) o "Mira, a mí no me líes"; puede estarse plenamente seguro de que uno se está enfrentando a un auténtico y genuino marrón.
- El sonido del marrón: Aunque los marrones, por regla general, caen de improviso y sin avisar, es posible a veces detectarlos por el sonido característico que emiten al caer sobre sus destinatarios. Para reconocer el sonido del marrón haga doble clic sobre el bonito objeto incrustado en este documento.
Algunos enterados se conforman con explicaciones puramente etimológicas de la voz "marrón". Según ellos, "marrón", como sinónimo de "lío" o "problema de intensidad variable desde lo grave en adelante", deriva de la jerga del hampa. "Comerse el marrón" sería "ingerir o deglutir hachís (costo, consumao, ful, fulañí, goma de Oklahoma...), en cantidades que podrían ser consideradas como delito, ante una presumible presencia policial, con objeto de hacer desaparecer el corpus delicti".
Como extensión del término, cuando varios miembros de una banda de malhechores son sorprendidos en posesión de dicha sustancia, inevitablemente alguno de ellos (con evidente ánimo de escaqueo) dejaría caer la expresión "Bueno, colegas: ¿a quién le toca comerse el marrón?".
Dicho lo cual, el mejor candidato a "pringao" (dícese del que sufre tendencia browneatérica - vease más adelante) se erigiría como único propietario de la sustancia, y se declararía exclusivo responsable de la deuda que tal delito hace contraer con la sociedad.
Los restantes cómplices, eximidos así de culpa alguna (de facto y de jure) adoptarían posiciones personales que irían desde apreciaciones excluyentes del orden de "Es que fulano siempre ha sido un gilipollas", hasta el envío solidario, al penal que corresponda, de felicitaciones de Navidad o postales bananeras en diversos años sucesivos.
El marrón tiene como principal característica la presencia de numerosos sujetos involucrados en su ciclo de vida y a los que nos referiremos continuamente a lo largo del documento. Lo que sigue es una lista incompleta de los sujetos más comunes implicados:
2.1 Sujetos activos
Los sujetos activos del marrón son los encargados de dirigir los marrones hacia los sujetos pasivos. Dependiendo del organigrama de la empresa, los sujetos activos pueden, a su vez, ser sujetos pasivos de otros.
La siguiente lista describe los tres tipos más usuales de sujetos activos, en orden creciente de actividad marronera.
- Enmarronador (Browner)
El browner puede asignar marrones de forma esporádica o prolongada en el tiempo. También existen browners que marronean de forma más periódica, pero siempre con un volumen reducido de marrones.
No debe odiarse en exceso al browner, ya que él, a su vez, suele tener otros browners por encima que generan los marrones y él se limita a reasignar (usando una técnica de Brown Throwing, que se verá más adelante)
- Asignador de marrones (Brown Dispatcher)
El brown dispatcher, a veces conocido como Jefe de Proyecto, se caracteriza por sufrir de una personalidad inestable y tornadiza que le hace cambiar de parecer con frecuencia, suprimiendo los marrones asignados y/o reemplazándolos por otros si cabe aún más inútiles.
Los marrones endiñados por un brown dispatcher suelen ser continuos en el tiempo y de duración discreta.
En general, los Asignadores tratan de afianzar cada vez más su poder. Para ello intentan superarse a sí mismos asignando marrones cada vez mayores y con mayor frecuencia. El fin último de todo Brown Dispatcher es llegar a ser un Rei do Marrón. (vease debajo)
Algunos lo consiguen, pero la mayoría caen en el intento y acaban siendo odiados y despreciados tanto por sus antiguos browneds como de los browners que se sirvieron de ellos en el pasado.
- O Rei do Marrón
O Rei suele ocultarse tras una fachada inocente que oculta sus aviesas intenciones. No se sabe de ningún Rei que no se haya dirigido amablemente a sus víctimas antes de enmarronarlas. Se dice de ellos que son lobos con piel de Cordero, en honor a uno de los más famosos Reyes que ha conocido la historia.
Como suele suceder, la inutilidad de los marrones endiñados por un Rei es directamente proporcional al esfuerzo necesario para conseguirlos e inversamente proporcional al tiempo disponible para acabarlos.
Existe una variedad mutante del Rei, de denominación incierta (O Mais Portentouso Enmarronador do Universo Mondo, es la más común) que se caracteriza por ser un híbrido de Rei y Dispatcher. Obviamente, estos sujetos son seres desgraciados (en su doble acepción) ya que todo el mundo rehuye hablar con ellos ante la altísima probabilidad de acabar cubierto de caca.
2.2 Sujetos pasivos
Los sujetos pasivos son los destinatarios finales del marrón. La característica de sujeto pasivo no debe ser objeto de frustración, ya que existen técnicas que pueden hacer al sujeto pasar de pasivo a activo, como se verá más adelante en este documento.
La siguiente lista describe los tipos más usuales de sujetos pasivos, los cuatro primeros están en orden creciente de probabilidad marroneante.
- Enmarronado (Browned)
Todo el mundo es vulnerable a verse enmarronado, (everybody is brownable) por lo que la categoría de browned no es exclusiva de ningún grupo específico. Como dice uno de los corolarios de Brownzowski: "Se enmarrona el Rey, se enmarrona el Papa, y de enmarronarse nadie se escapa".
- Buscamarrones (Brown Finder)
Se le reconoce fácilmente pues sus frases suelen empezar por entradas como "Yo me ofrezco voluntario" o "Yo te echo una mano". Esta predisposición a comer marrones les hace ganar muchos amigos, tanto entre los compañeros como entre los jefes; pues ven en él un blanco de descarga inmediato.
- Comemarrones (Brown Eater)
No todos los Brown Eaters consiguen sobrevivir. El camino es largo, duro y erizado de trampas. Sin embargo, aquellos que logran remontar la condición de comemarrones deben ser tratados con suma cautela; esto es así porque el largo periodo de comida marronil afecta severamente a sus cerebros y, desde ese momento, sólo viven para la venganza. Debido a ello, un comemarrones liberado tiende asintóticamente a reciclarse en Brown Dispatcher de Primera.
Son limpios, educados, no se quejan, trabajan como cosacos y, en algunos casos, no cobran. No es de extrañar, pues, que las empresas hagan un uso cada vez más extensivo de PBCs.
El PBC suele acabar de dos formas posibles: contratado por la empresa, con lo cual cambia sus grilletes de hierro por unos de acero inoxidable; o ingresado en el instituto frenopático más próximo, incapaz de aceptar la presión.
- El listillo (Brown Dodger)
A pesar de intentar no trabajar nunca, son muy apreciados por los jefes, sobre todo si son del tipo O Rei do Marrón, ya que aunque no realizan la tarea, si que consiguen que le caiga a algún compañero que la saque adelante, con lo que les ahorran trabajo a ellos.
Una cualidad singular de estos sujetos es la capacidad de apuntarse méritos y recibir medallas de cosas en las que no ha tenido ninguna participación, para mayor enfado de sus compañeros.
Contrariamente a lo que pueda pensarse, el marrón no es un objeto claramente definido. Existen varios tipos de marrón y conocerlos ayuda a delimitar con claridad la actitud a tomar ante la inminencia o hecho consumado de una comida de marrón.
3.1 Marrón flotante (Floating Brown)
Es un marrón que sobrevuela las cabezas de sus posibles destinatarios sin decidir sobre quién caer ni en qué momento hacerlo.
Este marrón tiene la característica de que es conocido con antelación, lo cual posibilita la adopción de medidas preventivas por parte de los candidatos a browned. La táctica más conocida es contraer una repentina enfermedad que impide al browned acudir a la oficina durante una semana o dos. Sin embargo, está técnica es ampliamente conocida por los browners y no se recomienda. Otras tácticas más útiles suelen ser autoasignarse marrones inexistentes y mucho más urgentes encargados por falsos browners que impiden la asignación del floating brown. No obstante, ¡cuidado! ya que esta técnica ha demostrado en ocasiones ser un arma de doble filo.
3.2 Marrón imprevisto (Unexpected Brown)
Este es el marrón que nadie se espera. Se trata de la modalidad más corriente de marrón ya que si los marrones estuvieran previstos sería mucho más fácil esquivarlos.
3.3 Marrón fulminante (Flashing Brown)
Se trata de un marrón que cae sobre uno de repente, sin previo aviso, de tal forma que cuando uno quiere darse ya está enmarronado y ni siquiera ha tenido tiempo de abrir la boca.
Esta es una modalidad del unexpected brown con agravantes, ya que en este caso el tiempo de respuesta del sujeto pasivo es superior al tiempo de dispatching del browner, con lo cual el marrón casi siempre consigue alcanzar su total plenitud.
Se recomienda un gran entrenamiento para este tipo de marrones, ya que, al ser altamente inesperados, sólo el tiempo de reacción y capacidad de réplica (o labia) del sujeto pasivo pueden lograr esquivarlo.
3.4 Marrón no evitable (Unavoidable Brown)
Este es el tipo más fatídico de marrón ya que, como su propio nombre indica, posee unas características que convierten al sujeto pasivo en el receptor idóneo para el mismo; debido a ello no importará el volumen previo de marrones adquiridos o los llantos, pataletas y/o blasfemias del enmarronado: el brown entrará hasta la bola sobre el desdichado browned.
3.5 Marrón mutante (Mutie Brown)
Este es un tipo de marrón que evoluciona en el tiempo, de tal manera que, aunque inicialmente se planteó de una determinada manera, acaba convirtiéndose en la cosa más insospechada, generando toneladas de basura por el camino.
También entran en esta categoría aquellos marrones reconocidos como tales pero que aparentemente están bien dimensionados en tiempo, lo que permite respirar un poco; pero que, sin embargo, escasos minutos después eclosionan ante llamadas del tipo de la siguiente:
- ¿Tienes ya ese encargo?
- Ah, pero, ¿lo querías ya?
- Jod..., claro, ¡si tengo la reunión a las seis!
3.6 Marrón Pata Negra (Black Leg Brown)
Este es el marrón de tu vida, el que te dejará indefectible marcado a sangre y fuego para siempre. Los marrones pata negra suelen ser ilimitados en tamaño pero de duración discreta, lo que agrava aún más sus características, de por sí dañinas.
Como el astuto lector habrá sospechado, los browners que endiñan marrones de este estilo adquieren automáticamente la categoría de Reies do Marrón.
El desafortunado comedor de un marrón pata negra, una vez que haya podido sobrevivir a él, gozará, no obstante, de una gran ventaja sobre sus otros compañeros, y es que acabará tan escocido que será muy difícil para los browners colarle nuevos marrones: las técnicas defensivas del ex-browned habrán mejorado ostensiblemente e incluso pueden tornarse agresivas según los casos.
3.7 Automarrón (AutoBrown)
Este marrón es un caso especial y peligroso que suele desarrollarse en tres fases.
En principio comienza como un encargo, bien sea de tu jefe directo o de un compañero de otro departamento, cuya realización no parece plantear ninguna dificultad. Esta primera impresión constituye el primer error a evitar, ya que, debido a dicha sencillez aparente, el marrón es asumido ingenuamente por el incauto browned. Esta es la Fase de Comida.
Sin embargo, en cuanto uno comienza a trabajar en el asunto se va dando cuenta de que la cosa no es tan sencilla, de que va a llevar bastante más trabajo del esperado, y de que encima se lo hemos prometido para ya mismo al browner. Esta es la Fase de Furia, reconocible porque el sujeto arrejunta las cejas y/o empieza a murmurar (o gritar, según) frases del estilo de: "...si es que soy un gilip...", o "¡quién c... me mandaría a mí...!".
No obstante, el daño ya esta hecho y se entra en la Fase de Apagar Fuegos. Sólo caben dos salidas: comerse el marrón entero, la más habitual; o bien marear la perdiz en la medida de lo posible aduciendo imprevistos y dificultades asociadas a la tarea. "No, es que el programa calcula forlayos, pero para obtener filostros hay que modificarlo y eso llevaría un par de días" es una frase muy socorrida en estos casos que no dudamos que el lector sabrá adaptar a su caso concreto.
3.8 Marrón de Ultima Hora (Last-time Brown)
El más temido y a la vez el más odiado. Es el que te endiñan cuando, al final de la jornada laboral establecida en el convenio (risas), y tras recoger tus cosas para irte a casita, se acerca el jefe (o similar) y pronuncia la siguiente sentencia (algunos la llaman invocación demoniaca): "¿Tienes un momentito?".
A partir de ese instante, sólo una mente rápida será capaz de inventar una excusa plausible que permita la pronta huida. Es conveniente disponer de un amplio repertorio, ya que el excusarse alegando citas con el dentista o similar una y otra vez puede llegar a despertar el chip de alarma del jefe.
3.9 Marrón Sonda (Probe Brown)
Otra de las variantes en las que podría englobarse el tipo anterior, podría ser el de Marrones Sonda. En el fondo, todos y cada uno de los marrones, podrían calificarse como sonda, aunque hay casos muy claros en los que se esta dando un auténtico Probe Brown, al igual que hay otros casos que no se podrían calificar de tales, como es el caso de los Marrones Fulminantes (Flashing Browns).
Es ciertamente difícil describir con precisión las características de este tipo de browns, ya que como hemos dicho, casi la totalidad de los browns, tienen algo de sonda. Pero si hay un detalle claro y evidente, ese es el comienzo de un Sonda: "Oye mira es que el tema ese de ....." - "No, no, si ya..." - "Mira oye, fíjate un momento en esto...." -"Oye te has dado cuenta de esto...... es que quizás se podría hacer esto otro si.....". El browner, deja caer en un primer contacto, una serie de frases comprometedoras, esperando que en cualquier momento, el browned (inocente de él) le de alguna contestación al respecto.
Esto se conoce como sondeo del marrón. Se deja caer con suavidad como flotando, como si en realidad no fuera un brown, a ver que pasa, a ver si cuela, a ver si suena la flauta. ¡Punto fundamental este! Es necesario hacerse el sueco con naturalidad; de no ser así, el browner asignará el marrón con el agravante de recochineo (esto puede reconocerse por las risas retorcidas que dejará escapar al volver a su puesto).
En estos casos, los browner, tienen un comportamiento ciertamente tierno cual corderos camino del matadero; pero lo que ignoran los browned susceptibles de convertirse en víctimas (evidentemente los mas talludos no caerán en este truco) es que detrás de esta fachada se puede esconder el marrón de su vida (o el que acabe con ésta).
Se han dado anécdotas, como la acaecida en una pequeña empresa de cuyo nombre no quiero acordarme, en la cual casi la totalidad de los browned, fueron dados de baja, quedando unos pocos, y siendo todos estos unos browned ya quemados, endurecidos, y con una larga lista de browns marcados a sangre y fuego en sus rostros (todos ellos "pata negra", claro está). Esta circunstancia, hizo que los browns, o eran tales, o no había nada que hacer. Es decir, o el browner
entraba a saco a por el browned (haciéndolo unavoidable) o que si quieres arroz, Catalina, Evidentemente, en esta situación los marrones sonda no tienen razón de ser, porque si a algún browner se le ocurriese soltar una sonda, tendría las mismas posibilidades de volver a verla, que de volver a ver el Halley. Quizás su segunda o tercera generación pudiera tener noticias de aquella.
3.10 Marrón Remoto (Remote Brown)
Las nuevas tecnologías, lejos de facilitar la vida al ser humano, han conseguido ampliar el radio de acción de los browners hasta límites insospechados por la generación anterior. Así, ahora es posible comerse un marrón incluso cuando uno está fuera de la oficina ¡o incluso de vacaciones!. A este tipo de marrón se le denomina marrón remoto.
En efecto: el uso cotidiano y hasta masivo de nuevos medios de comunicación hace que los browners puedan buscarnos hasta debajo de las piedras con un alto índice de probabilidad de encontrarnos. Existen diversas modalidades de marrón remoto, de las cuales las más comunes son:
- el Phone-brown: por teléfono, ya sea fijo o móvil.
- el e-brown: por correo electrónico
- el fax-brown: ¿hace falta explicarlo?
Sin embargo, la misma técnica proporciona soluciones a este problema:
Si el teléfono está conectado a una centralita digital y posee display, o bien si es un móvil GSM, cabe la posibilidad de ver la identidad del llamante antes de descolgar el teléfono, impidiendo así, o al menos retrasando, la endiñada marronera ("¿Cómo? ¿Qué me has estado llamando? ¡Qué raro! ¡Si aquí no ha sonado!"). Si el teléfono no cumple estos requisitos (o incluso, a veces, aún cumpliéndolos) no hay nada que hacer.
En lo referente a los e-browns es fundamental comprobar el remitente del mail para no abrirlo. Sin embargo aquí existen tres contramedidas por parte del browner: usar una cuenta ajena, ocultar el remitente (sólo para browners tipo hacker - que por fortuna escasean) o poner acuse de recibo al mail, en cuyo caso no valen las excusas tan trilladas de que "¿Cómo? ¡Si a mi no me ha llegado ningún mail!"
El marrón no es un objeto aislado. Parte de su idiosincrasia reside en el conjunto de accesorios y/o complementos de que se rodea y que contribuyen a darle carácter. He aquí una lista de terminología corriente, aplicada al marrón.
4.1 Comerse un marrón (To Eat a Brown)
La más usada. Es el hecho en sí mismo de haberse convertido en receptor de un marrón fresquito. Afortunadamente, el hecho de comerse un marrón no tiene por qué implicar tener que finalizarlo.
Son sinónimos de esta acepción, enmarronarse (To Be Browned) y recibir un marrón (To Get
Browned). La frase usualmente empleada por los browners es "Te ha caído un marrón", lamentablemente intraducible (A Brown has fallen upon you, no es válida).
4.2 Brown Dodging (Esquive de marrón)
Es la situación en que, tras esfuerzos heroicos y sobrehumanos, se consigue esquivar el marrón haciendo que este se diluya en la nada.
Esta técnica suele venir acompañada de un ágil movimiento de cadera, del que recibe el nombre. Es conveniente, pues, entrenarse bailando salsa para conseguir un elevado porcentaje de Sucessful dodgings.
4.3 Marronómetro (Brownmeter)
Se denomina así al documento (impreso o electrónico) donde se van apuntando los marrones, tanto encargados como planificados.
El marronómetro puede adquirir diversas y variadas formas, recibiendo nombres curiosos según se les iban ocurriendo a sus creadores. Así podemos encontrar el Diagrama de Gantt, el Cuaderno de Carga, etc... Existen, incluso programas informáticos de cuyo nombre no quiero acordarme, destinados a la elaboración con estridentes colorines de marronómetros de pintorescas formas.
En general, el marronómetro sirve para que los Browners tengan apuntadas las fechas previstas de finalización del marrón y, llegado el momento, se sientan en el derecho de exigirlo. El marronómetro es una de las más fuertes medidas de presión psicológica que pueden aplicarse al Browned.
Es normal que en el período de negociación/aceptación del marrón el browned se vea en la necesidad de estimar cuando cree que estará acabado el trabajo. ¡Grave error!. En General el browner tomará esta fecha como de compromiso de finalización y no como estimación, con lo cual algo que parecía razonable se acaba convirtiendo en una pesadilla.
Hay que hacer notar que al hacer esta estimación, el browned normalmente considera el tiempo que le llevará acabar ESE marrón, pero no suele tener en cuenta el resto de marrones que le irán cayendo por el camino (Ver Dosificación del Marrón). Además, con la intención de agradar al browner, y desde el desconocimiento inicial del problema, se suele dar una estimación optimista del trabajo, es decir, suponiendo que no habrá contratiempos. ¡Mal otra vez! Nunca hay que olvidar la Ley de Murphy.
4.4 Zona de Marrones (Brown Zone)
También denominada Zona de Alto Riesgo de Marrón, es un lugar donde la probabilidad de comerse un marrón es mucho más elevada de lo normal.
Estas zonas no suelen estar delimitadas físicamente, siendo un conjunto finito (distinto del vacío) de recintos múltiplemente conexos, abiertos o cerrados, entre los cuales no tiene porqué existir una relación causal.
Suelen ser Brown Zones los despachos de los jefes, las zonas colindantes a dichos despachos y aquellos lugares por los que suelen pasar con frecuencia. También pueden incluirse en esta clasificación las zonas frecuentadas por los browners.
Es imprescindible evitar estas zonas en la medida de lo posible, ya que la probabilidad de comerse un marrón es directamente proporcional al tiempo que se pase en ellas.
4.5 Sala del Marrón (Brown Room)
También conocida en ciertos entornos como staff, es el lugar donde los browners suelen elegir a sus víctimas. Se sabe de empresas que dedican espacios específicos como Brown Rooms. También hay lugares en los que se habilita especialmente una(s) mesa(s) de "n" plazas en las que situar becarios y demás comemarrones de 1ª especie. El número de plazas n depende de los marrones que haya que asignar (... da igual que estén estrechos, ... ¡¡mientras curren!!)
También se la puede denominar como La Comuna, por ser un lugar donde se dispone en común de los bienes de producción, a saber: teléfono, fax, lápices, bolígrafos y rotuladores, papel reciclado, y sobre todo, los escasísimos PCs (que suelen ser viejos cacharros que se les han quedado obsoletos a los browners)
Normalmente estas salas están ocupadas por personas inmersas en una febril actividad, enmarronadas hasta las cejas, de tal forma que no es extraño ver esparcidos por la sala paquetes de patatas fritas o cajas de pizza formando altos montones. En algunas Brown Rooms se han llegado a encontrar camastros o catres, pues es sabida la tendencia de los moradores a hacer noche en ellas.
Otra característica de las Brown Rooms es que, al no tener un momento libre en que poder abandonarla, los Brown Eaters que las pueblan suelen ser los candidatos más probables a comerse el siguiente marrón, para su propia desgracia; con lo que abandonar la sala es cada vez más difícil, al entrar en un proceso eternamente recursivo.
5.1 To be at the Feet of the Brown (Estar al pie del marrón)
Se llama así al estado durante el que el browned se encuentra en medio de un marrón y no es capaz de divisar su hipotético final.
5.2 Un Bonito marrón (A Beautiful brown)
No es lo mismo "Un bonito marrón" que "Un marrón bonito" .Desgraciadamente, el último caso es muy poco frecuente, ya que todos los marrones, por su propia definición, suelen se bastante feos
5.3 Born to be brown
Esto no es una película sobre naturaleza y animales de África, sino que es el calificativo que se le suele aplicar a todo Brown Eater ya que su vida entera acaba siendo de este color.
5.4 Walking in the Mouth of the Brown (Meterse en la boca del marrón)
Esta es la situación en la que uno no tiene más remedio que introducirse en el despacho de jefe, (para entregarle algún informe, para preguntarle algo, etc.) cuando en éste se ciernen nubes de marrón, lo que motiva que la densidad de probabilidad de la nube marronera que pueda flotar en dicho despacho comience a concentrarse sobre uno.
Evidentemente, la aparición en tales circunstancias de un sujeto brownable condensa la nube haciendo que esta descargue. La densidad de la lluvia está en proporción directa a lo espeso del ambiente, pudiendo degenerar en Brown Raining o incluso en Brown Shower.
El meterse en la boca del marrón es una de las características de los Brown Finders, pero hay veces en las que no existe otro remedio. No queda, en tales casos, más que armarse de valor y tirar p'alante.
5.5 Le gusta más que a un browner una tiza
Esta expresión es muy común entre los browneds, ya que es de todos conocida la afición de los browners a explicar las cosas en una pizarra.
Con las últimas tecnologías, las pizarras de tiza han sido sustituidas por las pizarras blancas para pintar con rotuladores de colores. Esto fascina aún más a los auténticos browners, que ven así realizados todos sus sueños.
Existen otros medios multimedia muy en boga hoy en día. Por suerte o por desgracia, los browners no han superado aún la etapa del rotulador. Deo Gratias.
Parte III: Cómo defenderse del marrón (guía de supervivencia del browned)
6. Ayudas para la defensa ante el marrón
6.1. Brown Calendar (Calendario del marrón)
Otra solución para librarse del marrón, es fijar la fecha de finalización del mismo (tarea inhumana, que requiere gran habilidad). Algunos privilegiados, lo han conseguido gracias a este calendario.
NEG
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VIE
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VIE
|
VIE
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JUE
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LUN
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MAR
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8
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7
|
6
|
5
|
4
|
3
|
2
|
16
|
15
|
14
|
12
|
11
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10
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9
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23
|
22
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21
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20
|
19
|
18
|
17
|
32
|
30
|
28
|
28
|
26
|
25
|
24
|
39
|
38
|
37
|
36
|
35
|
34
|
33
|
- Como la mayoría de los trabajos deberían estar ayer, con este calendario los trabajos pueden ser solicitados el día 7, y ser entregados el día 3.
- La mayoría de los trabajos son para el viernes, por lo que hay tres viernes en cada semana.
- Se añaden ocho días más a cada mes para evitar el pánico del trabajo de fin de mes.
- No hay día 1. De esta forma, evitamos la tardanza en la entrega en el último minuto de los trabajos del mes pasado.
- Se eliminan las resacas junto con los improductivos sábados y domingos.
- Se introduce un nuevo día - Día de negociación - siendo el resto de los días de pánico ininterrumpido.
Como corolario al Teorema de Brownzano-Weierstrass explicado anteriormente, se incluyen aquí los 10 postulados de Skakeitor, desarrollados con la intención de suavizar la pendiente de la curva de marrones.
CONSIGNAS A LOS QUE NO TIENEN NADA QUE HACER
| |
I
| Nunca lo confieses. |
II
| Espera sin impaciencia una orden de trabajo, no la provoques. |
III
| No inquietes a los que trabajan. |
IV
| Adopta una postura especial dando la impresión de actividad. |
V
| Permanece relajado y soporta sin fatiga aparente toda inactividad, por larga que sea. |
VI
| Ama el trabajo bien hecho y, por este motivo, déjalo para los compañeros más cualificados. |
VII
| Si te vienen ganas de trabajar siéntate y espera a que se te pasen. |
VIII
| No sufras complejo alguno al recibir la primera mensualidad. |
IX
| Hay muchos más accidentes de trabajo que accidentes de reposo. |
X
| El trabajo consume, el reposo raramente. Economiza. |
El trabajo es una cosa buena. No seas egoísta y deja algo para los demás.
Sirva esta pequeña reflexión para sentar bases empíricas de esta marronología que comienza su fértil andadura. Callen arrogantes indocumentados y exprésense los limpios de corazón en sus ansias de sabiduría. El Enemigo queda desvelado. Sus coordenadas, precisas. Aprestémonos cuales certeros artilleros, pues, para librar tan desigual combate. El sacrificio, inevitable, obtendrá su fruto. Las bajas, previsibles, desde sus marrones sepulturas, regarán con sus sangres rojas las rojas alfombras de la victoria. El milenio nos saludará en loor de multitud.
¡Ave, Caesar. Marronituri te salutant!
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