dilluns, 28 de gener del 2013
Método TDP - Tres sencillas reglas para operar en bolsa
Les dejamos con nuestras tres sencillas reglas. Si lo prefieren, por darle algo de glamour financiero al asunto, lo llamaremos el método TOP. Si al método TOP (Tendencia, Oportunidad, Proteccón) le sumamos el principio KISS (Keep It Simple, Stupid) tendremos gran parte del éxito conseguido.
Seguramente la gran mayoría seguirá perdido, y perdiendo en bolsa, en la continua búsqueda de métodos complejos y supuestamente sofisticados de especulación sin darse cuenta de que lo que mejor funciona, y por tanto más efectivo resulta, es la sencillez en la operativa
Tendencia: Busquen siempre títulos en los que el sentido de los precios coincida con el sentido de su operación. Se compran valores alcistas y se venden (o no se compran) valores bajistas.
Cabe la posibilidad de que un activo bajista describa una pauta de vuelta al alza, convirtiéndolo en idóneo para la operativa compradora. Aun así, les aseguro que este tipo de compras suelen resultar un fiasco en un porcentaje bastante mayor que el de las compras en valores alcistas. Puede haber más a ganar, y no sólo dinero (pillar una vuelta al alza desde sus comienzos produce un extraño placer en los operadores), pero también hay más dificultad.
No dude, pues, en pedirle a los precios pruebas del nueve adicionales que nos acaben por convencer de la bondad de esas formaciones que aconsejan comprar títulos bajistas.
En el valor que nos sirve como ejemplo (DIA), queda fuera de toda duda la tendencia alcista de la serie y la idoneidad del título para las compras.
Oportunidad: Se compran valores alcistas, pero no a cualquier precio. Lo ideal sería comprar en soporte y vender en resistencia, y continuar en esta dinámica hasta el final de los tiempos. Un ideal, eso sí, no siempre fácil de llevar a la práctica.
Un precio en soporte, en una serie alcista, es una invitación a poner al título en el punto de mira. Si el giro al alza se concreta, toca comprar. Una técnica que suele funcionar bastante bien consiste en situar en la superación de un determinado nivel de resistencia de corto plazo la señal de compra. En la gráfica que nos sirve de ejemplo, pueden ver cómo DIA era merecedor de ser puesto en el punto de mira al tocar la directriz alcista, sirviendo la reciente superación de la línea roja que se marca como señal de compra definitiva.
Protección: Si cuando conduce, se pone el cinturón de seguridad, aunque no tiene intención alguna de tener un accidente, ¿por qué cuando invierte en bolsa no protege su inversión? ¿Acaso se cree tan listo que no tiene en cuenta la posibilidad de cometer un error? Y, cuando el mercado le demuestra que se ha equivocado, ¿por qué adopta la estúpida actitud de aguantar el chaparrón y pensar que el paso del tiempo mitigará los dañinos efectos de su equivocación? ¿Por qué condenar ese dinero al olvido y a no volver a servir para generar plusvalías?
Nos equivocamos, todos, sin excepción. Sólo los que nunca invirtieron realmente en bolsa, pueden decirle lo contrario. Fije un nivel de precio, siguiendo algún criterio lógico (nuestra lógica es la que dicta el análisis técnico) y no meramente por una diferencia porcentual respecto al precio de entrada, y, si la cotización lo pierde en cierres, venda y a otra cosa.
En el ejemplo, DIA nos ofrece todo un reguero de soportes de corto plazo que pueden servir para tal fin. Los recientemente superados 4,95 euros, los 4,80, los 4,70, la propia directriz alcista… Cada inversor debe elegir su particular nivel en el que colocar el stop inicial de protección, dependiendo de su perfil y del margen que esté dispuesto a concederle al mercado. Igualmente, no todos los títulos se merecen la misma confianza: no es lo mismo un chicharro que un blue chip.
Es mejor ser consciente del error y atajarlo a tiempo que convertirse en un triste pillado.
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